¿Fe o Creencia?
En estos tiempos en que la ciencia ha avanzado y que la inteligencia artificial se impone cada vez con más fuerza, para un creyente en Dios la cuestión de la Fe se ha vuelto cada vez más un desafío de vida, una manera de ver lo que pasa a su alrededor y cómo ésta va guiando sus pasos.
Desde los albores de la humanidad, los seres humanos siempre hemos buscado a Dios, buscando respuestas en fenómenos climáticos, luego, desde la antigua Grecia en diálogos filosóficos y en general en discusiones teológicas que han perpetuado divisiones de pueblos, familias, etc., solo por cuestión de creencias.
¿Por qué creencias y no fe?
Porque creencia se ha llamado culturalmente a la utilización de un concepto común de la fe, que está relacionado con creer en algo, depositar la confianza o tener la esperanza en algo, ligado a la fe de Promesa que habla el antiguo testamento que esperaba la llegada del Mesías, y que llevaba a que en esa fe estuviera depositada en una esperanza de que ocurriera algo, es decir, en elementos externos, ya sea un rito, sacrificios, templos, imágenes, cultura religiosa, tradiciones, ministros, sacerdotes, rabinos, etc.
Desde el punto de vista espiritual eso se explica hasta el tiempo previo a los Hechos de Salvación de nuestro Dios encarnado en Jesús, ya que era propio de la condición que tenía el Hombre producto de la antigua herencia dejada por la Caída la cual cesa su vigencia. Desde la Salvación de Cristo ya no se nace en pecado y una Nueva Ley de Vida, que es la Resurrección, nos rige por Gracia y desde la Voluntad y Plan del Reino de Dios.
Sin duda que el mayor mérito de la Salvación de Cristo en los tres días que baja a los abismos, cierra los infiernos y cambia la Ley de Vida, es que se nos retorna el Espíritu, esa chispa divina que forma parte de cada ser, y que hace que el asunto de la Fe ya no esté afuera, en un libro, costumbres, templos, o ritos, sino que desde Cristo la Fe es una certeza, que nace como una pulsación del Espíritu.
Es por esto que hoy es el Espíritu el que debe gobernarnos, por opción libre y consciente, para que de esta forma todo nuestro Ser sea gobernado por lo espiritual, y desde esta claridad y vivencia tener un acercamiento personal a Dios, poniendo en práctica nuestra fe y optando por la Fe Crística: la Nueva Fe.
Lo señalado, ya que este nuevo andar poniendo como gobernante al Espíritu que vive en nosotros, para que conduzca al Padre, es imprescindible que esté guiado y conducido por Cristo en forma directa, ya que nadie llega al Padre si no es por Cristo.
Es decir, es la Coherencia de Fe la forma y medida que nos rige, por lo que será todo lo Coherente con esta Fe lo que fomentaremos, desechando todo aquello que se opone o contradice a la Fe que nos vive, ya que es lo que nos dará los frutos que recogeremos de la siembra de esta existencia después de la muerte física.
Si te interesa conocer más sobre sobre la Fe Crística: la Nueva Fe, o sobre el Movimiento de Fe Crístico y las actividades que tenemos, escríbeme a caro.lastra.m@gmail.com o visita nuestra página web https://movimientocristico.org/
Comentarios
Publicar un comentario